sábado, 4 de mayo de 2013

El estado actual de la fotografía… o al menos de la mía.

El estado actual de la fotografía… o al menos de la mía.:
#Socialholic en el atlántico © Juan Luis Polo
Se me agotan los parapetos. Los lugares tras los que poder esconderme para no dar la cara en este blog: mucho trabajo, falta de tiempo, tengo que atender a mi familia, ahora escriben más autores… Nunca son suficientes, ni suficientemente argumentados.
Pero el tiempo pasa, el tráfico al blog se resiente y uno termina preguntándose: ¿tantos años poniéndole ganas para dejarlo morir?. Esta pregunta me la hacía ya hace un año. Inquieto y sintiéndome culpable por los 3 meses transcurridos sin escribir, me preguntaba en voz alta que futuro le esperaba a este blog.


Lo que queda del día © Juan Luis Polo
Como mi capacidad de cautivar no conoce límites, fui capaz de involucrar a parte de mis compañeros, pasados y actuales, para que me ayudasen en la titánica tarea de llenar de contenido este blog. Y lejos de amilanarse se pusieron manos a la obra, cosa que no les agradeceré bastante. Sin embargo, no pueden ni deben suplir mi obligado paso por este blog, hijo de mi afán por compartir.
La realidad es que mi actividad fotográfica sigue siendo alta. Pero los “modos” de compartir fotos han cambiado. Ni a mejor, ni a peor, simplemente son diferentes. Uno de los que más entretenido me tienen, Instagram, es un fenómeno “planetario” que ha atraído a tanta gente al rebufo de la fotografía fácil y sin dolores de cabeza, que ha producido una perturbación importante de la fuerza. ¿De qué fuerza? en la que tenían las herramientas que hasta ahora utilizábamos. No hay más que dar un repaso a las mismas.
Azul, rojo, amarillo: Egipto en Madrid © Juan Luis Polo
Un blog o similar, Picassa, Flickr eran hasta hace bien poco todo lo que uno necesitaba para “compartir” contenido fotográfico. Pero antes de subir las fotos, había un paso mucho más importante: saber hacerlas. Puede parecer de perogrullo, pero hasta hace unos años las fotos de cierta calidad técnica sólo se podían hacer con una cámara de fotos. Y por cámaras de fotos me refiero a aquellos aparatos diseñados sólo para ese fin. Los móviles ya estaban ahí pero la calidad de lo que se obtenía desanimaba a cualquiera a comapartir una foto hecha con ellas, salvo que el destinatario final fuese la familia y poco más.
Disponer de una cámara de fotos era sólo el principio, había que saber sacarle rendimiento. Esa condición marcaba una clara línea de corte: el que sabía sacarle el jugo a una cámara reflex, jugaba en una liga aparte cuando la mayoría sólo era capaz de usar una compacta. Presumir delante de los amigos y conocidos de cámara reflex, ya era parte del juego que se venía a jugar.
I’m the king of the world © Juan Luis Polo
Por descontado, muerta la película y las diapositivas y hallándonos en el reino de lo digital, manejar programas de edición de fotografía era otro de los puntos fuertes que un aprendiz de fotografo debía demostrar. Y ampliaba el círculo de habilidades que impresionaban al resto. El manejo con cierta soltura de Photoshop, Lightroom, Aperture entre otros, eran la tarjeta de presentación de un club selecto, los llamados a ser admmirados por sus habilidad con la fotografía.
No dejaba de ser curioso que en un gran número de ocasiones el resultado final, la foto en sí, no fuera la protagonista. El equipo usado, el ordenador y el software con el que se procesaba, eran la clave para obtener el reconocimiento de los más cercanos.
En ese panorama, las diferentes redes sociales hacen su aparición y lenta pero inexoráblemente, socavan el feudo de la fotografía “de verdad”. Fotos tomadas con la cámara que incorporan los teléfonos móviles a día de hoy, ahora sí con la calidad suficiente, a las que se aplica un filtro predeterminado facilitado por una aplicación muchas veces gratuita, permiten a muchas personas compartir sus fotos presumiendo de resultado. En realidad, la técnica reducida a la mínima expresión – encuadrar y apretar un botón – facilita que muchas personas descubran que tienen un hueco a la hora de enseñar sus fotos, sin tener que morir en el intento de aprender hasta el último botón de su cámara reflex.
la cafetería imposible © Juan Luis Polo
Y ¿cuál es el estado de mi fotografía? bien gracias. Sigo haciendo fotos con una reflex, pero se han sumado una micro cuatro tercios y el iPhone. Los momentos de ocio siguen siendo el caladero principal en el que pesco mis motivos fotográficos, pero la principal diferencia es cómo las comparto. Mucho en Instagram, poco en este blog, apenas en Flickr y totalmente desaparecido de otros lugares que frecuentaba.
La inmediatez de Instagram, basada en que es la foto y no el texto lo relevante, hace que sea cuestión de minutos lo que en el blog pueden ser varias horas, hasta que le doy forma al texto que acompaña a las fotos.
El cielo en llamas © Juan Luis Polo
Y por no resultar repetitivo, y cansino por ende ¿quiero seguir escribiendo en este blog? Sí, sin dudarlo. A pesar del esfuerzo extra que me exige, me anima a seguir las muchas satisfacciones que compartir opiniones con otras personas me han proporcionado.
Lo primero que he definido es mi plan editorial. Ya que estamos hagámoslo con método:
  • La fotografía y su evolución. Cómo la cosas han cambiado y que significa para quienes nos gusta la fotografía. A qué se enfrentan los fabricantes, a qué nos enfrentamos los aficionados…
  • Técnica detrás de las fotos. Nunca me he limitado a poner una foto sin más. Me gusta compartir mis reflexiones sobre como he llegado a conseguirla. Seguirá siendo así.
  • Pruebas de equipo. La gente de Casanova Foto, con los que comparto amistad desde hace ya 10 años, me facilitan equipo para que pueda probarlo. El tiempo es la única limitación, pero seguiré haciéndolo y compartiendolo con vosotros
Tres bloques de interés principales, que seguirán siendo mi “leit motiv”. ¿Os gustaría ver otro tipo de contenidos? es el momento de comentarlo y ver si puedo hacerles frente, a sabiendas de que el tiempo es limitado tanto para el autor como para los lectores.
Será menos contenido, pero pondré todo mi empeño en que no os deje indiferente.
Seguimos ;-)

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